Por Emmanuel Delgadillo

La diputada Eva Reyes expresó su pesar por el fallecimiento de un regidor municipal, a quien describió como un joven brillante y con gran empuje en su labor dentro del cabildo. Durante sus declaraciones, la legisladora hizo un llamado a las autoridades para que realicen las diligencias necesarias que permitan esclarecer los hechos y lograr la detención de los responsables, al tiempo que instó a analizar el contexto del ilícito para su correcta tipificación legal.

Reyes recordó la gestión del funcionario, reconociendo su capacidad para posicionar temas precisos durante su representación pública. Ante los hechos, manifestó la esperanza de recibir noticias favorables sobre la captura de los implicados y sugirió que este caso podría abrir la puerta para profundizar en las investigaciones de delitos con características similares ocurridos en épocas anteriores.

En relación con las imágenes que han circulado respecto a los momentos previos al suceso, la diputada consideró que estas no deben interpretarse en perjuicio de la víctima. Mencionó que, si bien se aprecia que se encontraba acompañado presuntamente por voluntad propia, esto no justifica la violencia ejercida. Al respecto, dijo: «Yo creo que se conoce que sí estaba acompañado… creo que las imágenes no hablan mal de él».

La legisladora introdujo en la discusión la posibilidad de que el asesinato responda a un crimen de odio, un tema que, afirmó, ya ha sido abordado por la Secretaría de Diversidad. Argumentó que es esencial evitar posturas puristas y definir el acto con objetividad para que encuadre en la clasificación jurídica correcta, tal como se exige en crímenes perpetrados contra minorías por razones de percepción o prejuicio.

Sobre la necesidad de una definición legal exacta, Reyes explicó: «Creo que, en esta situación, hay que definirlo bien porque hay que también saber a qué clasificación van los crímenes. No sacarlo de este contexto… Tenemos que ser precisos y objetivamente lamentarlo desde la parte emocional».

Se espera que las investigaciones continúen bajo los protocolos correspondientes para determinar el móvil y la mecánica de los hechos, mientras el entorno político y social demanda justicia ante un acto que la diputada calificó como cruel y desgarrador.