Opinión pública

Por Felipe Martínez Chávez

Cd. Victoria, Tamaulipas.—Sacaron sus mejores prendas y “garritas” y no se quieren ir. Le agarraron sabor al presupuesto y se aferran con uñas y dientes a la suculenta nómina de 125 mil pesillos por mes.

Me refiero a los magistrados del Tribunal Electoral. Tres de los cinco que cobran quieren seguir pegados a la ubre. Se enlistaron para ratificar.

Mamar y dar topes fue la lección que el diputado jarocho César Garizurieta dejó a los políticos. Su máxima sigue vigente en nuestros días: “Vivir fuera del presupuesto es vivir en el error”.

Con la novedad -ya no es novedad- que la panista cabecista Blanca Eladia Hernández Rojas, ex presidenta del Tribunal Electoral, sin pena alguna, sin ruborizarse, se registró como aspirante con la idea que los senadores la mantengan en la nómina por otros siete añitos ¿usted cree? A tanto llega el cinismo.

En el TRIELTAM fue la cuña azul que trató de batear los triunfos guindas en los comicios del 2022 y del 2024, pero no pudo. ¿Por consigna? ¿Por qué otras razones? Se bronqueó con sus colegas Edgar Arroyo Villarreal y René Osiris Sánchez.

Estuvo cumpliendo al pie de la letra las instrucciones de su grupo hasta que fue rebasada por la 4T.

Eladia ha succionado del presupuesto desde el 13 de noviembre de 2018, cuando Don Truko Verástegui la sacó de una oscura oficina del Congreso del Estado para hacerla magistrada al servicio del PAN. Quiere seguir navegando en el presupuesto.

Otras personitas que le agarraron sabor a la ubre son Ricardo Arturo Barrientos Treviño, nombrado provisionalmente magistrado el 16 de enero del 2025. Su chambita oficial es secretario de Estudio y Cuenta del TRIELTAM.

Selene López Sánchez, otra de las provisionales, es la tercera que no se quiere ir. Nunca había ganado tanto dinero, ni en la Fiscalía de Nuevo León, la Universidad de Ciencias de la Seguridad de allá mismo, o como jueza calificadora en el municipio de Zuazua.

La verdad es que el sueldazo despierta hambres y ambiciones. Se van a renovar tres asientos y hay apuntados 36 varoncitos y mujeres. El que tenga más saliva tragará más pinole.

Tampoco quiere dejar espacios Juan José Guadalupe Ramos Charre, actual presidente del Instituto Electoral, nombrado consejero el 22 de enero del 2020 por siete lindos años que se cumplen hasta 2027. Se la quiere llevar más “tranquila” desde el TRIELTAM. Es como ir pateando un bote por la calle.

Y quieren volver a la riqueza de la ubre pública las exconsejeras Frida Denisse Gómez Puga y María de los Ángeles Quintero Rentería. ¡Hermosura!

Está más que puesto para asumir como magistrado electoral Don Claudio Díaz Castaño, de 71 años, pensando que la 4T ha olvidado que fue Consejero Jurídico del tristemente célebre Xicoténcatl González Uresti, exalcalde capitalino.

El señor Díaz, más otros del cuadro chico del briagadales —Arturo Vela Palacios, Lorena Ruiz Nava, Oscar López Meléndez, Ángel Baldemar Martínez, Dirna Rodríguez Maldonado y Lisbeth Nassira Alonso— fueron relacionados por el alcalde Eduardo Gattás Báez en un faltante de 29 melones de pesos en las finanzas municipales.

Por cierto, Claudio ya fue presidente del Tribunal Electoral.

Luis Alberto Saleh Perales ya fue magistrado y secretario ejecutivo del tribunal. Llegó por el PAN en 2015. Fue destituido por el TRIFE por panista, pero siguió cobrando como secretario general.

Sacaron sus mejores “garras” académicas, como Sergio Cervantes Chiquito, quien en su currículum manifiesta que estudió en la Universidad de Sussex, Brighton, East Sussex, Inglaterra, y en la Universidad Complutense de Madrid, Madrid, Somosaguas.

Ah, nos faltaba Débora González Díaz. Todavía no terminaba ejercicio en el

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