La Cámara de Diputados aprobó una reforma a la Ley de Amparo con 332 votos a favor, provenientes de Morena, el Partido del Trabajo (PT) y el Partido Verde (PVEM). La reforma permite que las nuevas etapas procesales de los juicios en curso sean regidas por esta ley, lo que ha sido calificado como un “truco para mantener la retroactividad” por parte de la oposición.

La reforma fue aprobada en la madrugada del miércoles 15 de octubre. La oposición, conformada por el Partido Acción Nacional (PAN), el Partido Revolucionario Institucional (PRI) y Movimiento Ciudadano (MC), emitió 128 votos en contra y argumenta que la reforma mantiene la retroactividad, a pesar de que los propios legisladores de Morena la habían calificado de inconstitucional cuando se aprobó en el Senado.

El coordinador de los diputados del PRI, Rubén Moreira, criticó el tercer artículo transitorio, el cual fue aprobado a través de una reserva presentada por Hugo Eric Flores, presidente de la Comisión Jurisdiccional. La reserva establece que “lo hecho queda bajo la ley antigua, lo que se haga después bajo la nueva”, lo que Flores defendió como una distinción temporal que no implica una aplicación retroactiva.

Mariana Benítez, secretaria de la Comisión de Justicia y diputada de Morena, respaldó esta postura, argumentando que lo que la oposición llama retroactividad, la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) lo ha llamado aplicación inmediata de la ley procesal. Benítez aseguró que la reforma «no toca derechos adquiridos, no modifica sentencias firmes, no altera etapas procesales concluidas». La reserva aprobada tiene una redacción similar a la que el exministro Arturo Zaldívar había recomendado previamente.

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